Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar
-San Pedro del Pinatar-
Las Encañizadas están ubicadas en una zona natural, pues no han sufrido ninguna modificación conservándose casi intacta a través de los tiempos. En este lugar es donde el Mar Mediterráneo se comunica con la laguna del Mar Menor a través de dos golas de las cinco que hay en la Manga.
Las Encañizadas son visibles en el punto más al sur de las Salinas de San Pedro o más al norte de la Manga del Mar Menor siendo las únicas que quedan en todo el Mediterráneo. Para visitarlas te recomendamos la ruta "Sendero de las Encañizadas" en la que también podrás contemplar todo el Parque Regional de las Salinas de San Pedro.
Las Encañizadas fueron recuperadas para su funcionamiento en 1995 y consisten en un laberinto de cañas clavadas al suelo y redes que desemboca en una paranza donde por el paso migratorio de los peces entre ambos mares éstos entran pero no logran salir, sólo los de menor tamaño, consiguiendo un gran número de ellos de especies como el mújol, la dorada o el lenguado.
Este tradicional arte de pesca denominado "encañizada", es bastante antiguo, ya se tiene constancia de su uso por los árabes en la Edad Media. Desde aquí divisamos las golas de la Torre y el Ventorrillo y sus encañizadas, que disponen de una casa cada una para el auxilio de las labores de pesca.
En este lugar existió una de las torres defensivas de esta zona del Mediterráneo, “Torre de la Encañizada", no quedando ningún resto de ella al igual que “Torre derribada”, siendo hoy día una extensa playa dentro del Parque Regional de las Salinas y Arenales del San pedro del Pinatar. Muy cerca de la Torre de la Encañizada se encontraba la Torre del Estacio o de San Miguel que estaba ubicada donde actualmente existe el faro del Estacio
Paranzas:
El aprovechamiento de los excelentes recursos piscícolas del Mar Menor ha generado desde la Edad Media interesantes métodos artesanales de pesca, muchos de ellos en uso. Uno de los sistemas de artes fijas o de fondo más utilizados son las paranzas, nombre habitual para denominar las trampas o corrales que se disponen en el Mar Menor y sus golas, donde quedan atrapados los peces, manteniéndoles vivos hasta el momento de su captura. Son como unas cajas cuadradas y sin tapa, hechas de cañas, cuya misión es permitir el paso del agua, pero no el de los peces que quedan retenidos en ellas.
Las artes fijas más utilizadas en la actualidad son:
Encañizadas: Situadas en las golas o canales de comunicación entre el Mediterráneo y el Mar Menor, tienen como finalidad de aprovechar el paso hacia el Mediterráneo de algunas especies como la dorada, el mújol, la lubina, el magre, el raspallón o el lenguado para su captura. Están construidas con cañas y redes combinadas para formar un laberinto, donde los peces quedan atrapados. Actualmente en todo el Mar Mediterráneo, sólo se siguen utilizando encañizadas en la Torre, El Ventorrillo, La Constancia y el Estacio, en la Manga del Mar Menor.
Chirreteras: Hasta principios del siglo XX fueron artes de arrastre, pero a partir de 1944, por Orden Ministerial quedaron establecidas sólo como artes de fondo. Se utilizan para capturar chirretes y están construidas por una red alargada de hasta 100 mts, llamada travesía, por donde pasan los peces para penetrar después en otra red espiral llamada moruna y posteriormente a la paranza.
Langostineras: Compuestas de travesía y moruna, los pescadores las instalan al anochecer, dejándolas en el agua hasta el día siguiente. Excepto en las islas Perdiguera y Mayor, está prohibida su instalación a menos de 400 mts de la costa.