Castillo de Pliego

El Castillo de Pliego está situado en lo alto de un lugar estratégico conocido como “cerro del Castillo”, donde abundan cortados y pendientes verticales que forman defensas naturales inexpugnables. Desde el cerro se domina la población actual de Pliego, el antiguo poblado fortificado de la Mota, llamado castillo de las Paleras, el cauce del río Pliego, así como el camino que comunica el valle del río Mula con la llanura del Guadalentín. La construcción del castillo cumplía una labor de fortificación del reino musulmán de Murcia en la época (siglo XII).

 

Al incorporarse el reino de Murcia a la corona de Castilla en el siglo XIII, el castillo de Pliego fue ocupado por tropas castellanas mientras que la zona de Pliego, habitada por población de origen musulmán, fue comprada por la Orden de Santiago en el siglo XIV, entrando a formar parte de la poderosa y extensa red de fortificaciones que los caballeros de Uclés mantenían en los territorios lindantes con las tierras del rey de Granada. 

 

En el año 2012 el castillo se restauró con acceso pavimentado. Aún se conserva la zona amurallada, un aljibe y la torre del Homenaje, siendo ésta la parte más visible y emblemática del castillo. Dispone de un mirador desde el que se puede contemplar todo Pliego. Se trata de una obra defensiva casi completa, un magnifico tapial de argamasa y unos elementos donde se distinguen alzados con pasos de ronda y almenas. La construcción consta de dos sectores: La fortaleza y la Barrera. La fortaleza, elemento principal, posee una planta ligeramente triangular, con muros jalonados por siete torres medianas y un gran torreón que flanqueaba la puerta de acceso a la fortaleza. La barrera,  orientada hacia levante, mediodía y poniente, está formada por una antemuralla semicerrada e interior inhabitada. El conjunto del castillo se declaró Bien de Interés Cultural en 1985.

 

El castillo está muy cerca de Pliego, a unos 600 metros desde la “Ermita Virgen de los Remedios”, donde hay un aparcamiento. Tras pasar la ermita a la izquierda, toma la calle de la derecha y nada más cruzar la avenida del Cinto encuentras el cartel que conduce a una explanada. Continúa por un camino de adoquines de unos 300 metros hasta llegar al castillo. También puedes dejar el coche en la explanada.