Cabezo del Tío Pío, poblado íbero

El Cabezo del Tío Pío es un poblado ibérico que se halla a 2 km de Archena, en la ladera izquierda del Río Segura. Consta de dos partes, poblado y necrópolis. La cronología del yacimiento oscila entre los siglos V-IV a.C. hasta la época romana (s. I.a.C.).

Desde el Cabezo contemplaremos unas magníficas vistas de todo el Valle del Segura y de Archena
Se encuentra situado en la antigua ruta comercial íbera que posteriormente se convertiría en la calzada romana de Cartago-Nova a Complutum (antigua ciudad romana sobre la que hoy día se asienta Alcalá de Henares en Madrid).
En el poblado conocido desde antiguo, destacan sus casas aterrazadas, pero sin duda Archena es mundialmente conocida sobre todo por las cerámicas íberas procedentes de su necrópolis, con decoraciones zoomorfas y vegetales, que han confeccionado un estilo pictórico propio, el llamado estilo Elche-Archena.
Entre las innumerables piezas encontradas en su necrópolis destacan el Vaso de los Guerreros (s. III a.C.) conservado en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), y muchas otras más depositadas también en este mismo museo y otros como en el Museo Nacional de Arqueología en Cataluña, Museo de Prehistoria de Valencia o el Museo de Louvre (extensión de Saint Germain in Laye) amén de otras piezas en el Museo Arqueológico de Murcia y en el Museo Local de Archena.
Cercano al yacimiento, en el interior del actual Balneario de Archena, se encuentran además los restos del Balneario Romano de la ciudad.

Cómo Llegar:

El poblado que se encuentra accesible, la visita es libre,  en un cerro que culmina en un pico rocoso, con una altura máxima de 225 metros sobre el nivel del mar.
El yacimiento, a pesar de que el acceso es cómodo tras una paseo andando inferior a 1 Km., no está acondicionado para la visita, quedando ocultas sus estructuras por el crecimiento de matorrales que las ocultan.

Hay que llegar al cementerio de Archena, donde aparcaremos,  situado en la avenida de Mario Spreáfico MU-554 a MU-522 antes de entrar a Archena. Tras ello una senda de cemento al principio y luego tierra nos lleva hasta el yacimiento.