Templo Parroquial de San Juan Bautista

(1770-1789)
Obra del arquitecto Gregorio de la Rosa.
Estilo barroco levantíno.

En el siglo XVIII, el crecimiento demográfico, la expansión económica, la importancía dada por la Iglesia a las parroquias, y todo esto, unido al estado lamentable y ruinoso que presentaba el antiguo tempo de Archena (levantado tras la Reconquista), sirven para afianzar la idea de construir una iglesia nueva. Ante tan lamentable estado, la Orden hospitalaria de Caballeros de San Juan de Jerusalén, decidió acometer a la reconstrucción de la iglesia en el mismo solar, incluso aprovechando parte de la estructura ya edificada.
La dirección de los trabajos se le encargó al maestro alarife Gregorio de la Rosa que a partir de este momento también realizará los trabajos de construcción en la villa. Las obras dieron comienzo en la primera de 1770. Los edificios de las dos iglesias, la primitiva y la nueva, se unieron antes de 1785. Se conoce este hecho gracias a un recibo en el que Gregorio de la Rosa cobraba 350 reales por la "composición del tabique que une la iglesia nueva con la vieja". En el transcurso de los años, 1772, en el que finalizaron las obras de más envergadura en la iglesia, hasta la entrega de las cuentas en 1789 se producen arreglos de embellecimiento interior del templo, ya que el exterior, nunca se terminaría (existe una torre inconclusa).
La planta de la iglesia es de cruz latina. En el crucero se encuentra una monumental cúpula sobre pechinas, con tejas azules según la tradición levantina. La iglesia se compone de tres naves, la central y las laterales; la primera está cubierta por una bóveda de cañón y se encuentra más elevada que las laterales, que tienen bóvedas con arcos ojivales. El material se compone de piedra y revestimiento de ladrillo cocido.
En 1819, se vuelven a renaudar las obras, mediante una autorización por Real Orden del rey Fernando VII, previa petición, a la Junta Económica de la Orden de San Juan de Jerusalén. En la torre, la campana grande que se conserva, fue adquirida por 103 reales, y se colocó en 1734. Los retablos de las capillas y del Altar Mayor son pequeñas joyas de la escultura, todos en madera dorada y policromada.