En el casco histórico de Mula, a orillas de la carretera que une Caravaca con Murcia, se encuentra esta casona del barroco murciano de finales del siglo XVII ocupada durante años por el marqués de Menahermosa y esposa.
El edificio, actualmente uno de los museos más importantes del municipio muleño, cuenta con planta baja, una altura y varios desvanes donde antiguamente se almacenaban granos y embutidos provenientes del matadero. En el bajo estaban las cocinas, el pozo, las bodegas de vino y aceite, así como las cuadras y las cocheras. El piso principal quedaba reservado como vivienda de los marqueses.
Tras la muerte del marqués, su hijo amplió el palacio por la cara norte añadiéndole otro cuerpo y un oratorio. Posteriormente, en el año 1927, se derribaron parte de las cuadras para crear el jardín que existe actualmente.