Fue descubierta casualmente en el año 1957 debido a unas obras de alcantarillado. Se han recuperado ocho macizos de cimentación, con cuatros basas de columnas de alineación norte-sur que pertenecieron al pórtico de una edificación romana. El tránsito peatonal fluía a través del pórtico mientras que el tráfico rodado lo hacía por la calzada, formada por losas de gran tamaño de piedra caliza negra veteada y también encontrada durante las excavaciones.