Arco de Isabel La Católica y Hornacina de San Blas

Una de las principales características de la Iglesia es su arco de valor histórico construido para la entrada en la ciudad de los Reyes Católicos y posiblemente Colón el 4 de agosto de 1488.

En el siglo XVI comenzó la devoción a San Blas en Yecla, plasmada en la construcción de una capilla en su honor en la Iglesia de la Asunción. En el siglo XVIII se formó la Cofradía y la imagen del santo se colocó en la hornacina neogótica, acristalada y enclaustrada en una fachada blanca de la calle de la Morera.

El primer fin de semana de febrero se celebra la fiesta de San Blas. El día más interesante de la festividad es el sábado por la tarde, cuando se hace una fogata delante de la hornacina del Santo para que los jóvenes salten por encima de ésta y se purifiquen.

El domingo por la mañana se celebra una procesión en la que miles de personas acompañan al santo portando panes benditos compuestos de azúcar y adornados con las típicas pajaricas de San Blas. Dice la tradición que antes de comerlo se reza un Padre Nuestro para evitar males de garganta. El domingo por la tarde se realiza los actos lúdicos en la Plaza Mayor, como por ejemplo carreras de sacos y piñatas, entre otros.