Experiencias

Un día entre el mundo rural rodeado de historia

Castillo de la Celda Pasear entre restos de fortificaciones musulmanas junto a los diferentes colores que la llanura de Caravaca ofrece en cualquier época del año.

Entre Caravaca y Barranda, en plena llanura caravaqueña, nos encontramos con aldeas y cortijos por donde realizar rutas y excursiones de un día, teniendo como entorno el medio rural lleno de colores verdes, marrones, amarillos, etc. Debemos llegar a las casas de La Capellanía y, desde allí, adentrarnos en el altiplano rodeado de los enormes torreones que forman la paja recogida. Cerca de La Capellanía se podrá divisar el cerro del Castillo, con restos de una fortaleza edificada en la época musulmana. Ascender hasta el interior del Castillo de La Celda es toda una aventura que se reserva para los más joviales. Tras superar un pedregal y una zona rocosa, se puede entrar en la zona fortificada y ver los restos de paños de muro de las torres, además del muro perimetral y un aljibe con bóveda de cañón. Y, aunque se puede decir que no es mucho lo que se conserva, se puede disfrutar de las hermosas vistas que giran en derredor: las rocosas crestas de Loma Macea, una pequeña laguna que es visitada por aves acuáticas en época de migración y la llanura en todo su esplendor. Cuando decidamos bajar, es interesante hacerlo hacia la rambla para entrelazarnos con los juncos, los tarys y los espartos, sumidos en el aroma del tomillo. 

De regreso, podremos descansar junto a la fuente de La Capellanía y degustar los fabulosos embutidos y panes de la zona. Una vez descansado, se puede subir a la ermita y ver las ovejas y caballos de las casas de los Poyos o dar un agradable paseo por Loma Macea.

Castillo de la Celda

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