Sendero Ricardo Codorníu. SL-MU1

Esta senda en Sierra Espuña  ofrece una ruta accesible  habilitada para personas con problemas de movilidad, pues está hormigonada, por tanto es ideal para que todo el mundo de todas las edades y condiciones puedan disfrutar de este precioso paraje. El sendero completo es circular y vuelves por un camino diferente en parte del trayecto una vez que subes las escaleras de la Fuente del Hilo. El tramo preparado y hormigonado es el comprendido entre el Centro de Visitantes y el área recreativa de la Fuente del Hilo y es de un kilómetro aproximadamente.

Comienza en el Centro de Visitantes y gestión Ricardo Codorníu, que es una antigua casona restaurada e inaugurada para estos fines en 1997. Su estado, la exposición que contiene sobre el Parque Regional de Sierra Espuña, la atención y la información que allí te proporcionan hace que sea sin duda el lugar primero a visitar de cualquiera que quiera conocer esta sierra

Siguiendo las marcas blancas y verdes del sendero local encontraremos a los principales pobladores de este Espacio natural Protegido y a los Ingenieros que realizaron la espectacular restauración hidrológico-forestal de finales del siglo XIX.

También a lo largo de este kilómetro de recorrido descubriremos edificaciones históricas y de gran relevancia para este Parque Regional, el busto con D. Ricardo Codorníu,  la casa forestal, casa de la marina,  y una serie de paneles informativos del pasado y actualidad del parque. En algunos tramos pasearemos junto al agua del Caño de Espuña, y finalizaremos en el área recreativa Fuente del Hilo, donde podemos disfrutar de los servicios que nos ofrecen o de una buena comida en su restaurante, variedad de arroces y carnes.

Durante este corto viaje te puedes imaginar e incluso ver en fotografías como fue y como sería Sierra Espuña con barrancos y laderas totalmente desprovistos de vegetación y apreciar el estado actual de este maravilloso vergel.

Huerta Espuña. Una histórica casa Forestal

Huerta Espuña, a 760 metros de altitud, es la casa Forestal y su historia está muy unida a la del bosque. Aquí nacieron muchos de los árboles que hoy viven en la Sierra, y desde aquí se coordinó la restauración hidrológico-forestal comenzada a finales del s. XIX. Anteriormente fue una casa de labor cuya huerta, de la que aún se pueden observar restos, sirvió para la instalación del vivero.
Sierra Espuña cuenta con numerosa vegetación que sujeta el suelo evitando su erosión, además ayuda a que el agua de lluvia se filtre al subsuelo.
En un monte sin árboles ni arbustos, con la llegada de las lluvias torrenciales se producirían riadas e inundaciones. Esto es lo que ocurrió en Sierra Espuña hace algo más de un siglo. En 1879, la riada de Santa Teresa causó numerosas víctimas en la cuenca del río Guadalentín y por este motivo se hizo preciso restaurar la vegetación de estos montes, tarea que fue coordinada por tres ingenieros de montes: Ricardo Codorníu, José Musso y Juan Ángel de Madariaga.

El primer punto  fue corregir la pérdida de suelo mediante la construcción de terrazas, diques de contención y otras obras.
Después se plantaron miles de semillas en varios viveros para obtener arbolillos y trasplantarlos en laderas y barrancos como el de Espuña, Leyva y Ballesteros. La repoblación forestal se desarrolló entre 1892 y 1904 y se plantaron casi 5.000 hectáreas.

El Caño de Espuña

El caño de Espuña es un acueducto medieval cristiano, documentado desde los siglos XIV y XV,  que nace en el paraje de Fuente del Sol, a 800 metros de altitud. Recorre 18 km desde su nacimiento hasta la balsa de los Molinos, donde sus aguas han sido usadas tradicionalmente para regadío de la huerta de Alhama.
A su paso por el paraje de Carmona y aprovechando un gran desnivel (200 metros de caída), el caño proporcionó, durante casi 60 años, energía eléctrica a más de cien casas de Alhama, movió molinos harineros y las turbinas de una “fábrica de electricidad” entre los años 1907 y 1961.
Los habitantes de las casas forestales, llenaban los cántaros con agua de este caño, que era vigilado por un cañero a lo largo de su recorrido para evitar el aprovechamiento indebido del agua.
Hasta trece fuentes llegaron a verter agua en este caño, como Fuente del Hilo o la Sufría. La mayoría de ellas están secas en la actualidad.
Hoy día el caño de Espuña sigue siendo de gran utilidad para la flora y fauna del Parque. A lo largo de su recorrido discurre por parajes húmedos con una frondosa vegetación que da refugio a una gran diversidad de fauna, tanto mamíferos como aves, pero especialmente son los anfibios quienes encuentran en este caño un lugar perfecto para vivir.