Isla del Barón - Isla Mayor

Isla Mayor, popularmente conocida como Isla del Barón y perteneciente al municipio de San Javier, es la más extensa (casi 94 hectáreas) de todas las islas de la Región de Murcia. Se trata de un cono volcánico extinguido, de perímetro redondo y 104 metros de altura sobre el nivel del mar.

La isla de propiedad privada debe su nombre al Barón de Benifayó don Julio Falcó d’Adda que nació en Milán (Italia) el 22 de febrero de 1834, y falleció el 29 de enero de 1899, a los 65 años de edad, en San Pedro del Pinatar (Murcia). 
 

El Barón de Benifayó perteneciente a la casa italiana de Saboya y emparentado con la realeza española y muy amigo del rey de España Amadeo I,  era un  hombre liberal,  aventurero, amante de fiestas y mujeres aunque nunca llegó a casarse  y dueño de una gran fortuna. 

Cumplió condena en la que más tarde sería su propia isla, la Isla Mayor o Conejera, como antes se le llamaba, cuando ésta era prisión de la Armada Española, a la que perteneció desde 1726, por matar en duelo a don Diego de Castañeda en defensa de María Victoria dal Pozzo della Cisterna, princesa de la Cisterna y Belriguardo y, posteriormente, reina de España tras su matrimonio en 1867 con Amadeo I de España. 

Al salir de prisión en 1878 , tan maravillado estaba del Mar Menor y de esta preciosa isla que decidió comprarla para construir en ella un palacete neomudéjar cuyo diseño y materiales lo emparejan al Hotel Victoria de Murcia. Ésta construcción simula un pequeño castillo con torreones, almenas, un gran parque y dos puertas opuestas, una de ellas frente al mar. Disponía de una gran biblioteca, salas de armas, despachos y habitaciones, así como un embarcadero y una pequeña casa para el guarda. 

 

Otra construcción del mismo estilo y más grande es la que mandó construir en San Pedro del Pinatar, también conocida como la Casa de la Rusa, donde pasó sus últimos días hasta su fallecimiento, y sede actualmente del Museo de Arqueología y Etnología de San Pedro del Pinatar

El Barón utilizaba la isla como cota de caza de perdices, conejos e incluso ciervos y faisanes en 1880, pues en aquella época la vegetación de la isla es abundante en robles y encinas.

Posteriormente, en los años 50, se le añadió una torre de vigilancia ya encargada por los nuevos propietarios tras la muerte del Barón.

Posee el único bosque de palmitos de Europa, y es una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) dada su riqueza ornitológica.

Como curiosidad, cualquier persona puede alquilar la isla por semanas para su disfrute personal siempre que su bolsillo lo pueda permitir.

Es una zona natural protegida incluida en los Espacios abiertos e islas del Mar Menor

 

El barón era muy dado a las fiestas en su palacete de la isla para que todo el mundo pudiera contemplar aquel maravilloso lugar. En una de estas fiestas conoció a una preciosa princesa rusa de la que se enamoró perdidamente.

No tuvo problemas en conseguir a la bella dama, cuya familia se encontraba en la ruina, y la llevó a vivir con él a su isla.

Ella no le correspondía  a su amor y cuentan que solía caminar desnuda por la orilla de la isla para soñar fuera de este lugar, mientras la rabia del barón crecía pues no conseguía su amor.

Una noche de tormenta, cuando se celebraba una de las habituales fiestas en casa del barón, la princesa fue  a pasear por la orilla de la isla para no regresar nunca jamás.
Unos cuentan que se ahogó y otros que el barón la mató al no poder conseguirla. En cualquier caso nunca más fue vista. 
Hoy día marineros realizando su labor por aquellos lugares,  aseguran que han visto al fantasma de la princesa vagar por la isla y que el alma del barón, permanece encarcelada entre los muros de la casa sin hallar descanso.