
El museo ofrece un recorrido por 2000 años de historia, desde los restos arqueológicos de las termas romanas, a los baños islámicos y el balneario del siglo XIX. Dispone de un espacio ajardinado con el agua como protagonista y muestra en su interior espacios temáticos de varias culturas.
Las termas, usadas tanto por ocio como por sus propiedades medicinales, constaban de tres salas: una fría, otra templada y la última muy caliente y con agujeros en los techos para que permitir la salida del vapor. Las mujeres y los hombres se bañaban por separado, por lo que cada grupo tenía una sala que hoy día podemos visitar.
El visitante cuenta con paneles explicativos y recursos audiovisuales que muestran la evolución constructiva y cultural del espacio termal y la conservación del patrimonio en un mismo complejo. Estos restos arqueológicos fueron declarados Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional en el año 1983.