En el extremo meridional de la Región encontramos uno de los paisajes protegidos de mayor belleza formado por las calas de Calarreona, la Higuerica, la Carolina y los Cocedores, ésta última situada en la provincia de Almería.
Se trata de un paraje singular donde la acción del viento y del mar ha erosionado y moldeado la roca volcánica creando formas únicas. Además, en la zona existe un yacimiento de fósiles de vertebrados marinos y un grupo de casas cueva, algunas de ellas empleadas como cocedores y otras como área de maceración de esparto.
Su designación como paisaje protegido en 1992 y su inclusión en la Red Natura 2000 por ser un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) han permitido preservar especies botánicas como el Halocnemum strobilaceum o “garbancillo”, así como proteger a la fauna autóctona, compuesta principalmente por halcones peregrinos, terreras marismeñas, carracas o lagartijas colirrojas.